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La pobreza, ¿un problema cultural?

En esta ocasión quisiera realizar un comentario acerca de la pobreza según Oscar Lewis (1967), este es un Antropólogo estadounidense el cual ofrece una visión de la pobreza desde el planteamiento de la cultura, es decir, se plantea una cultura de la pobreza, la cual no es igual a la pobreza monetaria, esto según Lewis; en este caso él refiere que dicha cultura representa algo más que la escasez de bienes materiales, en este caso representa la escasez de aspiraciones o de deseos de salir adelante, de progresar, e incluso, representan la falta de apropiación cultural por parte de un grupo de personas que comparten una vivencia en común, que en este caso es la pobreza. Aquí aparece algo interesante a partir del planteamiento de Oscar Lewis, y es que precisamente estos grupos que representan a la cultura de la pobreza se estancan en este ámbito, dado que se encuentran en un constante afán de ser ricos materialmente, sin percatarse que la verdadera pobreza es la del pensamiento, ya que esa es la que limita al ser humano. En este sentido, una persona puede anhelar ser millonaria, pero si su pensamiento es mediocre, y, además, no tiene las capacidades de adherirse a una sociedad o tal vez hacer parte de algún sindicato, le será aún más difícil alcanzar el ideal de riqueza, esto desde la perspectiva del documento. Por ejemplo, el autor hace una comparación entre la cultura mexicana y la puertorriqueña, agregando que a pesar de que los puertorriqueños tienen una economía financiera mejor que la mexicana, esto no los exonera de estar inmersos en una cultura de la pobreza, ya que dicha cultura implica una falta de apropiación social. En este aspecto, los mexicanos tienen una identidad cultural más fuerte que los puertorriqueños, de ahí que el autor refiera que los mexicanos, a pesar de tener un índice de pobreza material alto, no están tan inmersos en la cultura de la pobreza, pues poseen una identidad. Es de añadir que la cultura de la pobreza:


tiende a crecer y florecer en sociedades con el siguiente cuadro de condiciones: 1) una economía casera, trabajo jornalero y producción para el beneficio inmediato; 2) un elevado nivel persistente de escasas oportunidades para el trabajador no calificado y desempleo; 3) sueldos muy bajos; 4) el fracaso en la consecución de organizaciones económicas, políticas y sociales (ya sea sobre una base voluntaria o por imposición gubernamental para la población de bajo nivel de ingresos); 5) el predominio de un sistema bilateral de parentesco sobre un sistema unilateral; y finalmente, 6) la existencia de una tabla de valores en las clases dominantes que insiste en la acumulación de riquezas y propiedades (Lewis, O. 1967, p. 54).


Cabe resaltar que la cultura de la pobreza se da, siempre y cuando, un determinado sistema económico y social no sea remplazado de manera abrupta por otro, tal como sucedió en el tránsito del feudalismo al capitalismo. Inclusive, Lewis nos expone la pobreza desde la perspectiva de la cultura, en otras palabras, él habla de una <<subcultura de la pobreza>>, pues en estos términos se toma a la pobreza como una especie de ramificación que incluso se puede trasmitir por generaciones, ya que la pobreza en este sentido se puede tomar como una pobreza mental que se transmite entre familia, de ahí que el pobre quiere ser rico, pero no se esfuerza por serlo. Además, se podría agregar que “hay grados de pobreza y diferentes especies de gente pobre. La cultura de la pobreza se refiere a un solo estilo de vida compartido por gente pobre en contextos históricos y sociales específicos” (Lewis, O. 1967, p. 59). De ahí que la cultura de la pobreza sea peor que la misma pobreza monetaria, pues es muy difícil erradicar un pensamiento que esté cimentado por la misma cultura. En este sentido, es mucho más fácil, para un pobre, salir de la escasez material, que salir de la limitación mental que es heredada por su mismo contexto sociocultural.


Esta problemática se puede visualizar en muchas partes del territorio colombiano, pues esta cultura de la pobreza no solo afecta a un determinado grupo de personas, sino que puede llegar afectar a toda una nación. En este sentido, si la problemática de la cultura de la pobreza no se erradica desde sus cimientos, puede llegar a perturbar a todo un país, dado que, si las personas no tienen unas aspiraciones tales que les permitan seguir adelante, posiblemente no podrán salir de su condición de pobreza mental; lo peor del caso es que muchas personas no quieren salir de esa condición, centrándose así en su propia miseria. Posiblemente, esas mismas personas llevarán a más a sumirse en su misma miseria y todo porque se niegan a la posibilidad del progreso que parte, en un primer momento, de la iniciativa individual de cada ser humano; en este caso, solo falta querer para poder salir de nuestro propio pesimismo, y si salimos de ese pesimismo, posiblemente, saldremos de una pobreza que nos hace esclavos de nuestras necesidades.


Bibliografía:

· Lewis, O (1967). La Cultura de la Pobreza. Pensamiento Crítico, 52-65. [fecha de Consulta 15 de octubre de 2022]. Disponible en: https://www.filosofia.org/rev/pch/1967/pdf/n07p052.pdf


1 Comment


Sebastián Gómez
Sebastián Gómez
Dec 11, 2022

En Colombia hay un promedio del 42,7% de pobreza. Para el 2021 en Colombia hubo (y hay) casi 23millones de personas en condición de pobreza extrema, sin contar a aquellos ciudadanos que siendo "pobres" tienen un poco más en cuanto a condiciones materiales y monetarias. Esto con el fin de discrepar con lo escrito en su artículo, pues no es posible, a mi parecer, creer que las condiciones de pobreza de estas personas en Colombia y en el mundo se den por lo que usted llama 'pobreza mental'.

El pobre no es pobre porque quiere, la pobreza está y no por la mentalidad de miseria, ni menos por dicha mentalidad heredada. En Colombia hay pobreza por la desigualdad, por l…

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