Inquisición contemporánea
- Sergio Efrén Salinas Romero
- 8 feb 2023
- 1 Min. de lectura
Hoy no la llevan a la hoguera
Hoy la candela la consume por la calle
Las palabras abrasan más que cualquier llama
La brasa del amor hace rato la dejó
Ahora vive desolada
La bruja la llaman
No hay ya razón para verla a los ojos
De sus entrañas se arrancan vidas
Pero cuando su propia sangre brota de ella
Es impura y detestable
Sangre, su sangre
Sangre que cualquier inquisidor se cree con derecho a reclamar
La bruja es niña, señora
Es mujer
La bruja ahora puede ser cualquiera
Sale a la calle en un viaje sin regreso
Y se va al fuego eterno
Atormentada por el demonio de la opinión
De la murmuración, entre manos imprudentes
Y labios ponzoñosos
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