La Peña y su paraíso
- Sergio Efrén Salinas Romero
- 1 ene 2023
- 1 Min. de lectura
Durante semana y media tuve la oportunidad de estar en un municipio de Cundinamarca llamado La Peña. Su nombre le va muy bien. El paisaje está lleno de montañas hermosas abrazados por un calor fuerte, pero muy agradable. En esas alturas la vida parece muy sencilla y sin preocupaciones.
La mayor parte de sus campos están tapizados por cañaduzales, la materia prima para su producto por excelencia, la panela. En efecto es una tierra dulce, con seres humanos maravillosos, con cuerpos azotados por el calor de la molienda, caminos de herradura amasados por los cascos de las bestias y las botas de los trabajadores que pasan el día recogiendo caña o en las labores que se desarrollan bajo el techo de la enramada.
En las fotos que se pueden apreciar hay dos opciones. La primera es ver únicamente un paisaje bello, es realmente hermoso. La segunda es reconocer que este mismo paisaje es el ambiente vital de toda una comunidad de personas. En una mañana normal veía cómo una colmena de hormigas trasladaba todo a un nuevo hormiguero. Y si, lo que más me impresionó fueron las hormigas. Del mismo modo espero que estas imágenes lleven a reflexionar sobre las historias que se entretejen por esos caminos.
Fotos por: Durley





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